La infección urinaria es un motivo de consulta frecuente en urgencias y en el médico de cabecera. No es casualidad que sean más mujeres que hombre las que acuden con este tipo de patología. La proximidad del ano, la uretra y la vagina facilita el traspaso de bacterias.
Es importante conocer que existen dos tipo de infecciones del tracto urinario (ITU): por un lado están las que llamamos popularmente como cistitis y, por otro están las pielonefritis.
Cistitis
La cistitis no es más que una infección de orina en la parte baja del tracto urinario. Los síntomas son característicos: escozor o dolor al orinar, orinar muchas veces o sensación de que no consigues vaciar la vejiga al terminar de orinar. A veces puede aparecer sangre en la orina. Sé que asusta pero que no cunda el pánicos que no es un signo de gravedad.
Se diagnostica por los síntomas y con una tira de orina. Y la siguiente pregunta es ¿y qué es una tira de orina? Se trata de prueba que se hace en consulta, no duele, es rápida y nos aproxima al diagnóstico. No es necesario hacer cultivo de orina para confirmarlo.
En cuanto al tratamiento, es recomendable tomar antibióticos, siempre pautados por un médico.
Pielonefritis
La pielonefritis es la infección de la parte alta del tracto urinario, es decir el riñón. Los síntoma son más llamativos: puede aparecer fiebre, escalofríos , dolor en la parte baja de la espalda, además de los síntomas miccionales (escozor, orinar muchas veces y sensación de no vaciar la vejiga).
En este caso además de realizar la tira de orina, el médico solicitará un cultivo de orina y en ocasiones una ecografía del riñón.
Se trata con antibióticos, generalmente con pautas largas de hasta 2 semanas y en ocasiones necesita tratamiento intravenoso.
Tratando infecciones urinarias no hay que dejar de habla de la bacteriuria asintomática, que no es más que la presencia de bacterias en la orina sin que notemos ningún síntoma.
Se suele detectar en análisis de rutina o en los reconocimientos médicos de las empresas. No tiene indicación de tratamiento ni de seguimiento, salvo en embarazadas y en personas a las que se les vaya a operar de la próstata o vayan a ser sometidos a pruebas urológicas.
Existen infecciones urinarias recurrentes o de repetición, que se convierten en la pesadilla del paciente, porque las sufre, y del médico porque no es capaz de acabar con ellas. Hay factores que predisponen a tener infecciones de repetición: actividad sexual, uso de espermicidas, antecedentes de madre con ITUs de repetición, incontinencia urinaria, cistocele (vejiga caída). Se utilizan antibióticos como prevención y en ocasiones se pueden tratar con vacunas.
Mitos de las infecciones de orina
- La cistitis es una enfermedad de transmisión sexual. Es falso. Si es verdad que la actividad sexual puede favorecer la aparición de infecciones, pero se debe a que las propias bacterias del tubo digestivo se van hacia la uretra.
- Usar baños públicos puede causar infección de orina. Es falso. Las bacterias no son capaces de «trepar» por el inodoro hasta llegar a nuestro tracto urinario.
- Beber zumo de arándanos previene la infección de orina y sirve como tratamiento. Es falso. Es verdad que se ha demostrado que las bacterias no se adhieren a la pared de la vejiga y que en ocasiones sí evita la infección. Pero en estudios de muchos pacientes no se ha podido demostrar la evidencia
- El contacto con ropa mojada puede aumentar el riesgo de infecciones urinarias. Verdadero. Si que se ha demostrado.
Ante la presencia de alguno de los síntomas aquí descritos lo mejor que puedes hacer es consultar con tu médico de familia. El mejor que nadie sabrá que es lo que tienes y cómo debes tratarlo.
Desde los 15 años padeciendo infecciones de orina recurrentes… En el embarazo fue un auténtico infierno.
Abrazo enorme bonita
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