Sin categoría

Stop agresiones

Hoy no voy a dar a conocer ninguna enfermedad ni ningún factor de riesgo. Hoy os voy a dar a conocer una triste realidad. En 2016 las agresiones a personal sanitario se incrementó en un 40%. Tal es la situación que muchas comunidades autónomas y la propia Organización Médica Colegial tiene un observatorio de agresiones a sanitarios.

En la Comunidad de Madrid, han implantado un sistema de alerta de situaciones conflictivas. Por un lado siento cierto alivio, porque en alguna ocasión sí me he sentido amenazada en la consulta y he tenido miedo, pero sobre todo lo que tengo es pena, mucha pena. Pena de haber tenido que llegar a este extremo.

Yo soy médico por vocación y como yo, muchos de mis compañeros. Llegar a estar donde estoy hoy no ha sido fácil. Para poder estudiar medicina tuvimos que sacar una nota media alta, estudiar 6 años de una carrera dura, donde compaginábamos las clases con la horas de prácticas  y, en algunos casos, guardias. Una vez terminada la carrera comienza lo duro, el MIR. El MIR, para quien no lo conozca, es un examen de toda la carrera que es imprescindible aprobar para seguir formándote.  No solo basta con aprobar sino que debes sacar buena nota porque de los 12.ooo médicos que se presentan en la actualidad, solo hay plazas para la mitad. Tras acabar la formación de residente, 4 años de intenso trabajo, numerosas guardias y un sueldo precario ya puedes empezar a trabajar. Empiezas haciendo numerosas suplencias un día aquí y otro allá. Todo el día pegado al teléfono esperando una llamada.  Hasta que un día, por fin, consigues establecerte en una plaza.  Así que creo, que a no ser que seas masoquista, la mayoría de los médicos lo somos por vocación.

Cada día nos enfrentamos a situaciones difíciles, trabajamos codo a codo con la enfermedad y vemos tan cerca a la muerte que nos permitimos el lujo de tutearla. Nuestro objetivo es curar, prevenir, acompañar, paliar. Así día tras día. Lo hacemos con nuestro conocimiento, nunca dejamos de estudiar, con la evidencia, con paciencia y empatía.

Pero no nos equivoquemos, no somos dioses, ni lo sabemos todo. A veces la vida nos juega malas pasadas y lo que parecía que iba bien por un golpe de mala suerte se tuerce, por un cumulo de situaciones fallamos, pero nunca jamas lo hacemos con intención. Un diagnostico erróneo, una complicación de última hora, nos afecta mucho más de lo que la gente puede pensar. Sí, somos humanos, lloramos, dejamos de dormir y nos angustiamos cuando pasan estas cosas.

También tenemos malos días, podemos estar cansados, preocupados, enfermos y esos días esa empatía que se nos exige es muy difícil tenerla, pero os vuelvo a asegurar que hacemos todo lo posible para que exista y estar a la altura.

Es triste saber que la mayoría de las agresiones se producen por no acceder a las demandas del paciente. Por un antibiótico no dispensado, un justificante, un parte de baja… Cuando no accedemos a esas peticiones no es por fastidiar al paciente, sino porque no es necesario,  no es legal o no es pertinente. Todo lo que no está indicado, está contraindicado.

Así que desde aqui hago un llamamiento para que cesen las agresiones, verbales y físicas a los médicos. Que pase el siguiente, pero que pase con un gesto amable.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s